Por Elías Lafertte Montoya, Director Ejecutivo Centro de Investigaciones del Hombre en el Desierto

El crecimiento de una región depende de muchos factores. Políticas económicas aplicadas por las autoridades, iniciativas provechosas, inversión de las empresas privadas y de gobierno, mejoras en la calidad de educación, entre otras. En el caso de la región de Arica y Parinacota contamos con innumerables posibilidades de crecer y aumentar nuestros índices económicos. Uno de ellos podría ser el incentivo de un turismo regional y sustentable, considerando que contamos con grandes riquezas naturales y arqueológicas; o convertirnos en una plataforma comercial eficiente y atractiva para ser el nexo entre Sudamérica y Asia Pacifico, junto con desarrollarnos comercial e industrialmente; quizás aplicar mayor tecnología a nuestra agricultura y mejorar nuestros niveles de producción en esa área; pero sin olvidar la obligación de mejorar nuestra educación superior y trabajar por la constante investigación científica en la región, apuntando siempre al incentivo de la ciencia aplicada.

Pero fuera de mencionar todos estos aspectos que debemos considerar para que nuestra región mejore sus índices de crecimiento cada año, no podemos dejar fuera la cultura del emprendimiento. Y para eso es necesario sembrar la semilla en la mente de la ciudadanía. Esa que circula cada día por nuestras calles, esa que finalmente es la mano de obra de muchos proyectos, que trabajan y producen en la región o incluso, que se educan en nuestras aulas.

Es precisamente este último grupo etario, el más importante en lo que a conciencia productiva se trata, porque son aquellos jóvenes que hoy conocen el mundo desde sus salas de clases, los responsables de nuestras cifras económicas en el futuro. Esa es la principal razón de invertir en ellos tiempo y recursos: para educarlos con una conciencia de emprendimiento, sembrar en ellos la disposición a correr riesgos, con poder de decisión, con capacidad de identificar oportunidades y de administrar recursos. En esta línea, el CIHDE (UTA) con el financiamiento FIC del GORE, desarrollará un Torneo Interescolar de Emprendimiento entre alumnos de enseñanza media, con el propósito de colocar capacidades emprendedoras en los jóvenes. Sin duda, la mejor forma de educar a las nuevas generaciones es enseñarles la capacidad de liderazgo e inculcarles la valentía necesaria para asumir nuevos riesgos.