Por Valentín Cubillos Diez, Presidente CChC Arica

Hace unos días celebramos los 7 años desde que se creó Arica y Parinacota, y lamentablemente, en la recta final del 2014, vemos que la ejecución presupuestaria del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) sigue entre las más bajas del país (55,2% en Agosto), lo que sin duda genera una gran presión sobre las unidades del Gobierno Regional que son las responsables en llegar a fin de año al 100 por ciento del gasto; una mala costumbre que se viene repitiendo todos los años.

Pero el problema que conlleva el hecho de llegar a un gasto pleno, en lo que se refiere al porcentaje de lo utilizado, es que únicamente se piensa en gastar los dineros, pero no necesariamente eso significa que se haga pensando en un desarrollo estratégico, sino sólo en decirle a Santiago que llegamos a la meta.

Hoy debemos ser más estratégicos y asegurarnos que cada peso que se gaste tenga una proyección para el desarrollo de la región a largo plazo, promoviendo así un desarrollo real y sostenible en el tiempo; un ejemplo de ello es el borde costero que, sin duda, será un referente para los próximos años.

Si damos una rápida mirada, vemos que nunca antes en su historia la región tuvo la cantidad de recursos que hoy luce: 548 mil millones por el Plan Especial de Zonas Extremas, el Plan de Reconstrucción de 39 mil millones, el FNDR de 27 mil millones, además de los fondos sectoriales de las Secretarías Regionales Ministeriales de Obras Públicas (53 mil millones) y Vivienda (15 mil millones); estos últimos seguramente aumentarán en los próximos años, incluso ya se habla que para el MOP superaría los 73 mil millones en el 2014.

Es por lo anterior que debemos aprender de los errores, reconocer nuestros puntos débiles, pero también nuestras fortalezas; por otra parte, los diversos actores políticos y sociales deben ceder en sus intereses personales y velar por el desarrollo armónico y en conjunto.

A 7 años de su fundación, soñemos hoy una mejor Arica y Parinacota, más conectada, moderna y desarrollada, pujante, líder regional en energías renovables, de la mano con el patrimonio, vinculada al Pacífico y al altiplano. Con las decisiones correctas una mejor región es posible.