Por Nelson Rojas, Gerente General de Caja Los Andes

En el Mes del Adulto Mayor, la tendencia al envejecimiento de la población nacional nos obliga a mirar la realidad de éste grupo con otros ojos. Hoy nos enfrentamos a un segmento cada vez más activo, que busca nuevos intereses, proyectos, y lucha día a día por hacerse respetar y escuchar. Los “nuevos adultos mayores” se manejan con la tecnología, están más conectados y aprovechan estos adelantos para ampliar sus redes de contacto con familiares y pares.

Según la Encuesta Casen 2013, el número de personas mayores de 60 años se incrementó en un 9.3% respecto al año 2011, aumentando de 2.638.351 a 2.885.157. Más aún, se espera que para el 2050, nuestro país sea el más longevo de Sudamérica.

Ante esta tendencia, la pregunta es ¿Cómo entregar más herramientas a nivel país, para cumplir con las crecientes necesidades de nuestras personas mayores?

Lo primero es reconocer la capacidad que tiene gran parte de este segmento para valerse por sí mismos, permitiéndoles actuar con autonomía. De hecho, según revela Casen, el 81% de las personas mayores es autovalente en nuestro país, esto significa tener la posibilidad de organizarse, ser independientes y crear instancias para relacionarse con su entorno y comunidad.

Otro punto importante a considerar es que un envejecimiento exitoso se relaciona directamente con una participación activa de los adultos mayores, en distintas actividades y facetas de la vida. Para aportar en esto, es fundamental entender que son personas que necesitan relacionarse permanentemente con sus pares y con el resto de la sociedad, donde se requiere del protagonismo de la gente de más edad.

A modo de ejemplo, en Caja Los Andes contamos con el Programa “Viva La Vida”, el cual ofrece una serie de actividades y talleres diarios durante todo el año. Además, realizamos charlas de liderazgo, paseos por el día, eventos musicales y artísticos, malones, entre otros. Todas estas acciones son acogidas con gran entusiasmo por nuestros pensionados, lo que demuestra el enorme interés que existe por aprender y compartir junto a sus pares.

Dejar atrás el enfoque asistencialista de la vejez, donde las personas mayores eran percibidas como sujetos beneficiarios de políticas, servicios y programas, es clave para avanzar en una sociedad que los valore como sujetos de derecho, con garantías y responsabilidades respecto a sí mismos y a los demás, promoviendo su empoderamiento e integración a los distintos ámbitos de la sociedad y del quehacer humano.

Teniendo en cuenta esto, nuestro proyecto Centro Día del Adulto Mayor, busca precisamente esto, a través de la entrega de apoyo y manteniéndoles activos por más años, evitando así la fragilidad, potenciando sus capacidades y autovalencia. En resumen, acompañarlos para que sigan aportando a la sociedad desde su núcleo más íntimo: su familia.

Es tarea de todos lograr un cambio cultural de la población que implique un mejor trato y valoración de los adultos mayores a nivel país, partiendo por cambiar la percepción sobre el envejecimiento y la vejez, logrando así una mejor calidad de vida para ellos, a través de una sociedad más inclusiva y solidaria.