Esta semana, el Presidente Sebastián Piñera promulgó la ley que crea el nuevo Ministerio de Desarrollo Social y Familia, por lo que sólo falta que se publique en el Diario Oficial para que entre en vigencia.
Pero este cambio va más allá que una simple modificación al nombre de la cartera. Se trata de nueva institucionalidad, una nueva mirada, una filosofía distinta para la implementación de políticas sociales, las que ya no pondrán el foco solamente en las personas que tienen carencias o vulnerabilidades, sino que estarán centradas en sus familias y en su entorno territorial y social.
Como dijo el mandatario al momento de su promulgación, el objetivo del nuevo ministerio es que podamos poner a la familia en el corazón de las políticas sociales y del Gobierno, acompañando a sus miembros desde su nacimiento. Por ejemplo, ahora el objetivo será fortalecer a una familia para que pueda mantener a un adulto mayor en su hogar y no simplemente darle una prestación monetaria para que lo dejen en un asilo. Ese es el cambio de paradigma.
Este proyecto fue aprobado por una inmensa mayoría en el Congreso y muestra lo que podemos hacer cuando trabajamos juntos, cuando nos unimos como país.
La familia es el núcleo y el centro fundamental. Todos hemos llegado a ser lo que somos gracias a una familia que nos acompañó, nos protegió, nos dio amor. Cada vez que una persona tiene un problema, es la familia entera la que tiene ese problema y si queremos resolverlo, con los primeros que tenemos que contar es con la familia. Hasta ahora los programas sociales en Chile han sido totalmente individuales, solamente miran al individuo que tiene un problema. A partir de ahora, el tratamiento será distinto.
