En su más reciente edición, el Boletín Laboral CEPR -elaborado por la Escuela de Negocios UAI a través de su Centro de Economía y Política Regional (CEPR), en alianza con el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES)-, realizó un análisis de la desigualdad salarial en pandemia, utilizando para ello los resultados de la última Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) 2020.
Y pese a que, en Arica y Parinacota, la tasa de desocupados disminuyó (9.0%) en comparación con el trimestre anterior (9.2%), al observar en detalle los datos de la Encuesta Casen, se aprecia que la pandemia ha afectado en forma desigual a diversos tipos de trabajadores, ya que se puede observar cómo los deciles más ricos (9 y 10) han visto un aumento en sus ingresos durante la pandemia, viéndose beneficiados por la misma.
En lo concreto, los hogares de los deciles 1 al 8 experimentaron una disminución de sus ingresos, viéndose mayormente afectados aquellos que se encuentran en los primeros deciles.
En síntesis, se puede observar que los deciles 9 y 10 son los únicos que, pese a la pandemia y la crisis económica derivada de ella, aumentaron sus ingresos, mostrando un aumento de las brechas salariales que convierten a Chile en un país sumamente desigual en esta área.
Ahora bien, desde el impacto de la pandemia en la variación del ingreso del trabajo per cápita según género del jefe de hogar, vemos que las mayores disminuciones se dan para los hogares de los deciles más bajos y donde el jefe de hogar es hombre.
Un dato que no nos deja indiferentes es que, en la zona, el panorama informal no es optimista, ya que, si bien han aumentado los trabajadores informales en relación con los formales, esto no es necesariamente positivo, pues, las ocupaciones informales tienden a ser menos seguras y a ofrecer poco o nada en materia de protección a los trabajadores.
El incremento de la desigualdad en la distribución de los ingresos es un tema muy preocupante, ya que se planteado que ha sido el nivel alcanzado por esta el detonante del estallido social, mientras que la pandemia ha generado una profundización de dicha desigualdad, lo que deberá ser tema prioritario en el futuro cercano para generar una sociedad más equitativa y donde todas y todos estén incluidos.