No somos una región exuberante en recursos ni muy diversificada productivamente, por ello se hace indispensable que en 2023 afiancemos los pilares de nuestra riqueza regional y enfrentemos firmemente, a nuestro modo de ver, tres grandes desafíos: aumento de la productividad de los factores, donde el sistema de educación y capacitación laboral regional cumplen un rol fundamental alineando los perfiles de formación con los requerimientos efectivos de la actividad productiva regional; los riesgos de la sostenibilidad ambiental, que supone avanzar en procesos de modernización tecnológica y diversificación de la estructura productiva regional, y un fuerte stock de inversión pública organizado en un plan plurianual de inversión, principalmente en infraestructura productiva que permita acortar las brechas de crecimiento: reducción en los costos de transporte, energía, telecomunicaciones; y la mejora en las características de operación en cada actividad para permitir a los agentes económicos un acceso más eficiente a los mercados de insumos y productos, y reducir los costos de transacción.
Con estas consideraciones debemos avanzar con velocidad y potenciar los sectores económicos prioritarios como la agricultura, el turismo y la logística.
En materia agroalimentaria tenemos que ampliar y mejorar la explotación de las Cuencas de Codpa-Vitor, Azapa y Lluta y aprovechar las oportunidades que se dispondrán con la operación del embalse de Chironta.
También el turismo debe ser prioritario, principalmente porque debemos maximizar el aprovechamiento de los activos culturales y económicos regionales. Necesitamos favorecer los distintos tipos de turismo, para ello se requieren planes específicos que también logren proyectar un sello de identidad regional.
En materia logista, además de su localización geográfica, la región posee una dotación de infraestructura importante como el puerto, ferrocarriles, aeropuerto internacional, un parque industrial y una zona logística básica (antepuerto) en el Valle de Lluta; pero es necesario integrar la oferta de servicios. Unida a la plataforma de servicios aduaneros y financieros, podrían dar forma a una potente herramienta de desarrollo regional.
Finalmente, el mejoramiento de los instrumentos de fomento productivo para zonas extremas contribuiría significativamente a acelerar el desarrollo de nuestra querida región.
