En Chile, fallecen cerca de 600 mujeres al año a causa del cáncer cervicouterino, lo que equivale al fallecimiento de 2 mujeres al día y lamentablemente, hay 1500 mujeres diagnosticadas cada año, según cifras del Ministerio de Salud.
El cáncer cervicouterino es una infección duradera por ciertos tipos del virus del papiloma humano (VPH), enfermedad en la cual las células del cuerpo comienzan a multiplicarse sin control. Se presenta con más frecuencia en personas mayores de 30 años y es la causa principal de cáncer de cuello uterino.
Según la Organización Panamericana de la Salud, en el mundo, “esta enfermedad también sigue siendo muy importante, porque afecta principalmente a las mujeres más vulnerables que pertenecen a estratos socioeconómicos más bajos y con poca escolaridad. Por lo tanto, es una patología que impacta de manera desigual en las distintas partes del mundo y también en Chile”.
El Cáncer Cervicouterino no es una enfermedad que produce grandes síntomas. Es una patología bastante asintomática y silenciosa en etapas precoces, ya que, entre la infección del VPH hasta el desarrollo de los primeros síntomas, pueden pasar varios años. Los síntomas como sangrado o dolor pélvico aparecen en etapas más avanzadas del cáncer”.
Para prevenir el cáncer cervicouterino, en Chile, se han implementado programas de prevención y detección precoz de esta enfermedad, con pruebas como el papanicolaou (PAP) que, a través del sistema de salud público, se puede realizar gratuitamente cada tres años a mujeres entre 25 y 64 años de edad y la primera dosis de la vacuna contra el VPH que desde el año 2014 está disponible para todas las niñas que cursan cuarto año básico, incorporándose una segunda dosis de esta vacuna a partir del 2015 para todas las niñas que cursan quinto año básico. Desde el año 2019 se incorpora al calendario de vacunación de niñas.
Es importante que las mujeres se realicen exámenes regulares y sigan las recomendaciones para prevenir y detectar tempranamente el cáncer cervicouterino. Cuando el cáncer de cuello uterino se detecta en sus etapas iniciales, sus posibilidades de tratamiento son muy altas y está asociado a una larga supervivencia y buena calidad de vida.
