Por Valentín Cubillos, Presidente CChC Arica

Kilómetros de playas y una grata temperatura son sólo algunos de los atributos diferenciadores que posee Arica cuando se le compara con el resto de las ciudades costeras del país, características que muchas veces no son reconocidas por quienes habitamos en la puerta norte, pero que cautiva a quienes viven al sur de Chile. La gran pregunta es saber si la infraestructura costera es competitiva con respecto a otras urbes.

Aunque hay que reconocer que se ha mejorado mucho con las obras desarrolladas en los sectores de El Laucho, La Lisera y acceso a la ex Isla El Alacrán, donde hoy podemos ver sombreaderos, ciclovías demarcadas y áreas verdes; todavía falta mucho para lograr integrarlo con el resto del cordón urbano, dándole un sentido y uniformidad desde las Cuevas de Anzota hasta el humedal.

Esta no uniformidad y la carencia de una política de borde costero orientada al aprovechamiento de la comunidad se muestra en ejemplos como los camiones que se estacionan a lo largo de varias cuadras generando toda una problemática para acceder al puerto, veredas estrechas por donde apenas pasa una persona y la presencia descontrolada de los patos yecos, lo que poco aporta al sector comprendido entre el Morro y la desembocadura del Río San José.

Lamentablemente estamos lejos de Viña del Mar, La Serena, Antofagasta e Iquique, e incluso en Ilo o la mismísima Lima, donde hay largas avenidas y veredas con polos de actividades y una completa oferta de restaurantes y cafeterías; es importante que veamos el desarrollo del borde costero como una oportunidad y no obstáculo.

Por el escenario anterior, la Cámara Chilena de la Construcción de Arica está para apoyar y fortalecer al desarrollo de una mejor ciudad, más amigable, más sana, que entregue más espacios a toda la comunidad; esta vez nuestra propuesta es en el marco del IX Encuentro de la Vivienda “Infraestructura Costera del Mañana”, donde a través de las exposiciones de expertos del mundo público y privado analizaremos lo que hoy ocurre.

Seguramente todos tienen visiones diferentes de cómo aprovechar el borde costero ariqueño, pero en lo que todos concordamos es que efectivamente hay que hacer algo ahora, por eso la invitación está hecha para que en este encuentro podamos seguir construyendo una mejor región. Sin duda, un desafío para los próximos años.