El Ministerio de Economía, en conjunto con el SERNAC, iniciaron hace algunos días atrás una consulta ciudadana relativa a un reglamento de comercio electrónico, iniciativa que forma parte de las medidas comprometidas en la Agenda AntiAbusos y Trato Justo.
A través de esta consulta se busca incorporar las opiniones de las personas en la nueva regulación de la industria del comercio electrónico.
Los consumidores que quieran opinar, sugerir o comentar este reglamento los podrán hasta el próximo miércoles 11 de noviembre a través del sitio web del Ministerio de Economía.
La pandemia demostró la importancia del comercio electrónico para las compras seguras y permitió a los consumidores adquirir productos y servicios esenciales para la alimentación, el teletrabajo y el estudio de los niños en las casas. Pero también nos mostró deficiencias que se tradujeron en un aumento en los reclamos, y que son necesarias de mejorar.
Sólo este año, los reclamos en el comercio electrónico en el SERNAC aumentaron hasta 5 veces en comparación con el año pasado, alcanzando más de 200 mil casos.
Entendemos que el crecimiento de los reclamos también responde al aumento de este tipo de venta, pero también hemos detectado pisos mínimos que no se cumplen y que es necesario resolver de raíz, pues no se justifican en el contexto de la pandemia, como la falta de información, canales de contacto y cumplir con los plazos comprometidos.
En el comercio electrónico la información es incluso más importante que en la compra presencial porque el consumidor tiene que confiar en que le llegará el producto que compró. Cuando eso no pasa, se produce una gran frustración.
De hecho, en una encuesta realizada por el SERNAC los consumidores indican que lo que más valoran los consumidores es que las empresas entreguen información clara y oportuna y que cumplan con las fechas que comprometieron para la entrega de los productos.
El reglamento de comercio electrónico en consulta tiene justamente como objetivo mejorar los pisos básicos que favorecerán, no sólo a los consumidores, sino al mercado completo.
El Reglamento busca que consumidores sepan claramente qué están comprando, cuánto terminarán pagando, si el producto está en stock, los términos y condiciones, y si tiene derecho a retracto.
Asimismo, las empresas deberán informar claramente la forma de contacto para preguntas y problemas.
También los consumidores reclaman, por ejemplo, porque compran un producto y después las empresas anulan la venta por falta de stock. Con el reglamento, los proveedores deberán mostrar claramente los productos que le quedan para la venta.
Otro aspecto importante del reglamento es que deja claro que las plataformas intermediarias deben responder ante el consumidor y respetar sus derechos.
Esperamos que los consumidores sean partícipes de esta iniciativa y entreguen sus opiniones para poder elaborar un reglamento que se haga cargo de los desafíos y exigencias del comercio electrónico, el que, sin dudas, llegó para quedarse.
