Sinduda, en el mes de septiembre, los chilenos y chilenas contamos los días para deleitarnos con nuestra comida típica acompañados de un tiempo primaveral ideal para festejar a Chile ¿Y la dieta? Poco importó, considerando que este año fueron cuatro días de celebraciones y fondas, después de dos años de pandemia.
Sumando y restando, en un día normal de festejo de Fiestas Patrias, una persona puede llegar a consumir, por ejemplo: una unidad mediana de pan amasado (428 calorías), una porción de costillar (586 calorías), una porción de ensalada a la chilena (117 calorías), una taza de papas mayo (460 calorías), dos empanadas de pino medianas (450 calorías), un choripán (408 calorías), un terremoto de 250 cc (400 calorías) y un vaso de mote con huesillos (190 calorías).
Entonces, en total, lo que puede llegar a consumir una sola persona al día es de 3.389 calorías y si lo multiplicamos por cuatro, la cifra supera las 10 mil calorías. “Con esta alta magnitud podemos concluir un alza de peso que oscila entre 2 a 3 kilos durante esta época de celebración”, explicó Paula Heredia, nutricionista de Clínica Tarapacá.
Según la especialista, algunas alternativas para no haber caído en el exceso de peso por el sobreconsumo de alimentos, era idealmente mezclar las carnes de bajo contenido graso con vegetales y frutas naturales por su aporte rico en fibra. También haber controlodo el consumo de alcohol, el cual tiende a aumentar en un 20% las calorías del día.
Heredia afirmó que lo ideal para haber evitado problemas gastrointestinales durante las fiestas era “evitar comer muchos hidratos de carbono juntos como el pan, algún agregado del almuerzo ya sea arroz, papas o choclo de ensaladas, evitar mezclar el mote en un solo día, mejor comer un día una cosa y al otro día otra y comer más verduras”.
Sin embargo, la leche ya está deramada… ya están esos kilos demás.
¿CÓMO BAJAR EL PESO GANADO?
La nutricionista de Clínica Tarapacá indicó que, más allá de bajar de peso, el enfoque principal es cambiar hábitos a largo plazo para optimizar nuestra calidad de vida y la consecuencia de esos cambios se reflejará en el control de peso.
Los principales cambios de hábitos son los siguientes:
• Mantener una alimentación variada y equilibrada, fraccionando los tiempos de comidas cada 3 horas aproximadamente.
• Consumir 5 porciones de frutas y verduras, por lo que mantendrá un buen aporte de fibra, vitaminas y antioxidantes.
• Optimizar el consumo de harinas integrales, como son las pastas y pan integral.
• Priorizar consumo de carnes magras, principalmente, como son las carnes blancas, tales como, pollo, pavo, pescados, evitar el consumo de carnes rojas y reemplazarlos por legumbres.
• Evitar el consumo de grasas, harinas refinadas, frituras, azúcares y alimentos procesados.
• Hidratarse de forma óptima, lo que oscila entre 1,5 a 2 litros de agua al día de forma fraccionada.
• Mantenerse activo realizando actividad física de forma rutinaria durante la semana, por lo menos 1 hora diaria, 3 veces por semana.
