Esta semana realizamos la cuenta pública participativa, donde resaltamos los principales hitos de la gestión institucional 2022, pero, además, establecimos los ejes que guiarán el actuar del organismo durante este año 2023.
Si consideramos las necesidades de mayor protección que tienen los consumidores, como Servicio debemos disponer de una hoja de ruta clara que debe estar marcada por el empleo de todas las facultades, así como también por la optimización de diversos aspectos de la gestión, estando siempre conectados con la ciudadanía y empatizando con sus problemas actuales, en especial con los consumidores más vulnerables.
En este contexto, nuestro actuar institucional se enmarcará en cinco ejes estratégicos.
El primero de ellos corresponde a intensificar el empleo de las facultades de fiscalización, tanto desde la perspectiva preventiva como correctiva, con el propósito de proteger con mayor impacto los derechos de los consumidores, tarea que realizará en coordinación con otras instituciones públicas.
Además, buscaremos, mediante herramientas útiles e innovadoras, mejorar la capacidad de detectar abusos y malas prácticas, privilegiando mecanismos preventivos, modelando conductas de las empresas y estableciendo indicadores eficaces de información para la ciudadanía mediante el uso de más tecnología.
Durante nuestra gestión futura, fomentaremos también el acompañamiento a los consumidores y con sus principales problemáticas en materia de consumo.
A su vez, fortaleceremos el posicionamiento y la reputación del Sernac mediante la elaboración de una agenda temática más conectada y visible para la ciudadanía, priorizando aquellos problemas de consumo más críticos y urgentes.
Para cumplir con estos desafíos, el Sernac implementará una agenda Sernac enfocada en soluciones individuales para las y los consumidores, la que comprenderá medidas legislativas, una campaña comunicacional, relacionamiento con gremios y asociaciones de consumidores y educación orientada a la sociedad civil organizada.
Igualmente, trabajaremos en alternativas de atención especializada para consumidores y consumidoras hipervulnerables, que se implementarán en los canales de atención vigentes. Se realizará un trabajo focalizado con este público objetivo, a fin de identificar los problemas de consumo que enfrentan en razón de su edad, género, situación de discapacidad, circunstancias sociales, económicas, étnicas y/o culturales, que se configuran como barreras y/o dificultades para ejercer sus derechos como consumidores y consumidoras.
En resumen, la cuenta pública no sólo nos permitió reencontrarnos nuevamente con la ciudadanía y reflexionar juntos sobre el camino recorrido, sino también constituyó una oportunidad para proyectar las nuevas directrices que nos guiarán a corto y mediano plazo.
