Un total de 139 meses (más de 11 años) demora, en promedio, la construcción de una planta desaladora, dato dado a conocer por la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad (CNEP) en el encuentro mandante-contratista “Impulso a la inversión: el aporte de los contratos colaborativos” desarrollado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).
En la ocasión, se detallaron los procesos donde, en una primera etapa, se llevan a cabo trámites por diversos actores, como Sistema de Evaluación e Impacto Ambiental (SEIA), Ministerio de Salud (Minsal), Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), Dirección de Obras Municipales (DOM) y Dirección de Fronteras y Límites (Difrol), entre otras; las que, en conjunto, tardan 105 meses (8 años).
Entre tanto, en la fase de construcción, se suman otros 34 meses, con un importante rol de la DOM y Minsal; para que la edificación esté de acuerdo a la reglamentación y marco legal, según lo proyectado al inicio de la misma; donde la permisología queda en evidencia siendo un factor clave con miras a agilizar los plazos para la ejecución de las diversas obras o iniciativas para la región.
Lo anterior, se relaciona directamente con el proyecto de la desaladora de agua de mar que están abordando el Gobierno Regional y Aguas del Altiplano, iniciativa que debiese concretarse en el sector de Caleta Quiane, pero, desde la CChC Arica, proponen que estos procesos sean más dinámicos, siendo importante la modernización del Estado y un trabajo coordinado, con miras a garantizar el suministro domiciliario y así continuar respondiendo a los requerimientos de nuevas viviendas; además de concretar grandes obras con miras al Arica 2029.
“Hoy, cada entidad que participa del proceso para desarrollar un proyecto de una planta desaladora se preocupa de cumplir con sus procesos normativos, pero no se hace cargo de los tiempos para la ejecución de la inversión, donde se requiere un equilibrio, ya que el sistema de permisos ha llegado a un nivel de gran de complejidad. Necesitamos reducir los tiempos en permisología y lograr un gran acuerdo para agilizar procesos que nos permita concretar grandes obras para el Arica 2029”, dijo Ricardo Peña Jones, presidente de CChC Arica.
Finalmente, Peña Jones comentó que la desaladora es una parte del plan hídrico regional, el que debe ir avanzando para lograr dar una solución global e integral al tema del agua tanto para su producción como su descarte en el emisario.